Qué ver y hacer en Ribamontán al Mar (Cantabria) Guía con mapa

Ribamontán al Mar, tapiz verde y azul
Después de realizar la ruta en coche/road trip por los pueblos de Ribamontán al Mar, era necesario este artículo «Qué ver en Ribamontán al Mar» con una recopilación de toda nuestra experiencia.
En primer lugar, vamos a comenzar por situarnos en la bahía de Santander, donde se encuentra la ciudad homónima, reconocida como una de las ciudades marineras más elegantes del norte de España.
Frente a la ciudad de Santander, compartiendo la bahía, aparece un municipio con un aspecto muy diferente. Se trata de Ribamontán al Mar.
Así, cruzando el puente de la ría de Cubas, estaremos en un escenario antagónico donde la elegancia y refinamiento han desaparecido para dar paso a lo rural, salvaje y agreste.
Un lienzo en verdes y azules, perfilado por ondulados prados que se precipitan en verticales acantilados para fundirse con el mar.
A las cuestiones qué ver y hacer en Ribamontán al Mar respondo con mi experiencia en esta entrada.

Contenido del artículo


Cómo es Ribamontán al Mar

En el recorrido por Ribamontán al Mar nos encontramos con extensas praderas que llegan hasta el borde del abismo; bosques de pinos, castaños y eucaliptos; un estuario y largas playas de arena dorada.
Imágenes silvestres y bucólicas de vacas pastando en grandes mieses junto a burros y caballos. Incluso cabras desafiando las alturas.
Todo esto, acompañado del ambiente desenfado característico de mundo del surf. Pues Ribamontán al Mar es el primer espacio de España declarado Reserva Natural del Surf y el segundo de este tipo en Europa tras Ericeira, en Portugal.
Playa de Somo. Reserva natural del Surf. Ribamontán al Mar
Bosque y mar
Pacas redondas. Campos cosechados. Ribamontán al Mar. Cantabria
Paisaje rural de Ribamontán al Mar
Playa de Langre. Acantilados de Ribamontán al Mar. Cantabria
Acantilados y campos de cultivo
Reserva Natural del Surf. Playa de Somo. Surfistas. Ribamontán al Mar
Ribamontán al Mar es la primera Reserva Natural del Surf de España
Santander de noche.Puesta de sol desde Ribamontán del Mar. Cantabria
Anochecer en la bahía de Santander

Qué ver en Ribamontán al Mar

La ruta en coche por Ribamontán al Mar tiene las siguientes paradas:

  1. Somo
  2. Loredo
  3. Langre
  4. Galizano
  5. Carriazo
  6. Castanedo
  7. Suesa

1. SOMO

Somo es el paraíso de los surfistas. Tradición que se remonta a los años 60, cuando surferos habituales de la playa del Sardinero llegan hasta las playas de Ribamontán al Mar ante la posibilidad de coger olas durante todo el año.
Años después, en la cuadra de una casa de Loredo (Casa Lola) se empiezan a fabricar las primeras tablas de surf españolas.
En Somo no faltan escuelas de surf y tiendas de material para su práctica. Como tampoco locales de restauración ambientados en el estilo desenfadado tan característico de este deporte.
También cuenta con un pequeño Centro de Surf, que expone material de la Federación Cántabra del Surf.

Playas de Somo

Somo tiene dos grandes playas de arena dorada: la playa de las Quebrantas y la playa del Puntal.
Es en la playa de las Quebrantas donde los surfistas se inician en la práctica de este deporte y de otras actividades deportivas relacionadas con el mar.
La playa de Puntal, es una lengua de arena cuya punta queda a escasos 700 mts. de la ciudad de Santander. Esta playa es más tranquila, ideal para caminar por ella contemplando toda la bahía.

Ruta bosque de Arna

El monte de Arna es otro de los atractivos de Somo. Acoge un pequeño bosque de pinos marinos, acebos, laureles y eucaliptos junto con rosas silvestres y madreselva.
Parece ser, que este espacio careció de árboles hasta que Alfonso XIII mandó que se repoblara de pinos con el fin de embellecer las vistas desde el palacio de la Magdalena.

La ruta del monte de Arna se encuentra junto a la playa de las Quebrantas. Se inicia y termina en el aparcamiento del Centro de Surf de Somo. No está señalizada por lo que es fácil confundirse de senda.

Se trata de una ruta circular de 3km. que se adentra por el bosque de Arna.

Es de escasa dificultad y muy agradable pues ofrece unas bonitas vistas a las playas de Somo y Loredo, al islote la Corbera y a la  ciudad de Santander.

Además, el recorrido irá acompañado por el sonido del mar y por el fresco y agradable olor del bosque.

Playas de Somo. Playa de las Quebrantas y del Puntal. Ruta por el monte de Arna. Ribamontán al Mar
Somo, playa de las Quebrantas y playa del Puntal
Reserva Natural de Surf en España. Ribamontán al Mar. Playas de Somo.
Tradición del surf en Somo
Ruta por el bosque de Arna, en el monte de Arna. Paseos junto al mar en Somo. Cantabria
Ruta por el monte Arna

2. LOREDO

Loredo es otra de las poblaciones costeras de Ribamontán al Mar.

Playas de Loredo

Cuenta con dos bonitas playas de arena fina y dorada: Loredo y los Tranquilos.
Destacando la segunda por contar con una franja de vegetación que alcanza la orilla del mar, además de por su cercanía a la exótica isla de Santa Marina.

Patrimonio artístico de Loredo

Entre Loredo y Somo se encuentra el santuario de la Virgen de Latas.
Es uno de los santuarios más antiguos de la región. Fue construido en el S. XVI sobre los restos de un antiguo templo del S. VIII.
Destaca su campanario octogonal, el retablo barroco y la imagen de la Virgen en estilo gótico.

Ruta de los Acantilados

Y una vez en Loredo, no pudimos resistirnos a alquilar unas bicicletas para realizar la Ruta de los Acantilados.
Una bonita aventura a dos ruedas, por un pequeño sendero entre acantilados y campos de maíz.
Con una agradable sensación originada por la soledad del entorno, las vertiginosas vistas, la inmensidad del mar y la compañía de gaviotas y otras rapaces volando a la altura de nuestras cabezas.
La ruta de los Acantilados se inicia en la playa  de los Tranquilos y finaliza en la playa de la Canal, en Galizano.
Un recorrido total de 6 km., de escasa dificultad y 2 horas como tiempo estimado para realizarlo.
Aunque nosotros la modificamos un poco, pues llegamos hasta la playa de Langre, nos dimos un baño y la vuelta la realizamos por la carretera que une Langre con Loredo, disfrutando de un paisaje más rural.
Durante la ruta, hay algunas paradas obligatorias. Pues merece la pena contemplar desde los acantilados la isla de Sta. Marina, las piscinas naturales de Llaranza y la playa de Langre.
Santuario virgen de Latas en Loredo. Ribamontán al Mar. Cantabria
Santuario de la Virgen de Latas
Playa de Loredo. Ruta de los acantilados entre Loredo y Langre
Playa de Loredo
Ruta por los acantilados desde Loredo a Langre. Al fondo la isla de Sta. Marina. Ribamontán al Mar.
Parada para admirar la isla de Sta. Marina
Piscinas naturales de Llaranza. Ruta de los acantilados de Loredo a Langre. Ribamontán al mar. Cantabria
Piscina naturales de Llaranza
Llegando a la playa de Langre por la ruta de los acantilados

3. LANGRE

Siguiendo la costa de oeste a este, la siguiente localidad que nos encontramos fue Langre, pequeña localidad de casas diseminadas por praderas y campos de labranza.
Langre es de los parajes más impresionantes de Ribamontán al Mar. De esos lugares donde la mano del hombre y la naturaleza, en una perfecta simbiosis, han logrado una hermosa obra.
Así, los ondulados y sosegados campos de cultivo contrastan con las escarpadas paredes de los acantilados y la bravura del mar cantábrico, dando lugar a un paisaje excepcional.

Playas de Langre

La playa de Langre está considerada como una de las más bonitas de la cornisa cantábrica.
Su belleza radica en su forma de media luna cobijada por unos imponentes acantilados de más de veinticinco metros de altura.
Un saliente rocoso divide la playa dando como resultado la playa Pequeña y la playa Grande.
Playa Grande y Pequeña de Langre. Acantilados de Langre. Ribamontán al Mar. Cantabria
Playa Grande y Pequeña de Langre
Puesta de sol en Langre. Campos de maíz con la puesta de sol. Puesta de sol en la bahía de Santander. Cantabria
Sol, mar y campos de maíz en Langre
Amanecer en la playa de Langre. Verdes praderas que llegan al mar. Ribamontán al Mar. Cantabria
Amanecer en la playa de Langre

4. GALIZANO

Al norte de Ribamontán al Mar se halla esta localidad. Entre sus atractivos cuenta con la peculiar playa de La Canal y sus sorprendentes paisajes de abruptos acantilados.

Playa de Galizano

La playa de la Canal es de una belleza singular. Por un lado su forma de embudo producto de la desembocadura del río homónimo y por otro los roquedos cubiertos de vegetación que la flanquean. Con el añadido de los alegres trinos de los pájaros que aquí habitan.

Patrimonio artístico

Galizano también cuenta con muestra de patrimonio artístico, visible en la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción. Templo levantado entre los S.XVI y XVII, destacando la portada exterior con arco de medio punto y el friso decorado con bueyes.

Ruta de Cucabrera

Desde la playa de la Canal se inicia la ruta que lleva hasta la cueva de Cucabrera.
También se puede subir con el coche hasta el bosque de pinos donde hay una zona reservada para aparcamiento.
Una vez aparcado el coche, nos encontramos con una pista y no hay más que andar por ella hasta llegar a la cueva.
Durante el trayecto pudimos apreciar las estupendas vistas a la playa de la Canal, la playa de las Arenillas y la playa de Langre.
Desde la cueva de Cucabrera, continúa la ruta por un bosque de eucaliptos hasta llegar a la ermita de S. Pantaleón.
Playa de la Canal en Galizano. Ribamontán al Mar. Cantabria
Playa de la Canal. Galizano
Playa de la Canal y playa de las Arenillas de Galizano. Ribamontán al Mar. Cantabria
Vistas en la ruta de Cucabrera
Cueva de Cucabrera. Ruta de Cucabrera. Acantilados de Galizano. Cantabria
Cueva de Cucabrera
Cabras en el acantilado. Cueva de Cucabrera en Galizano. Ribamontán al Mar. Cantabria
Cabras por la cueva de Cucabrera

5. CARRIAZO

Fuimos al interior de Ribamontán al Mar para disfrutar de un auténtico remanso de tranquilidad. Su nombre, Carriazo.
Entre valles y verdes prados se encuentra este pueblo que conserva el tipismo de la arquitectura tradicional, también buenas muestra de patrimonio artístico y encantadores bosques.

Patrimonio artístico

La ermita de S. Antonio es un humilde templo levantado entre los siglos XVII y XVIII.
Muy interesante su portada, con frontón partido y pequeña espadaña.
El ábside interior está cubierto por una bonita bóveda de crucería.

Ruta Tirado y Calobro

Para apreciar todo esto, nada mejor que realizar la ruta denominada Tirado y Calobro, pues su recorrido permite apreciar tanto el patrimonio natural que rodea Carriazo como el artístico.
La ruta se inicia en la ermita de S. Antonio y asciende por el monte Calobro.
Un recorrido de dificultad baja, menos de 5 km. que se realiza en poco más de una hora.
Discurre entre bosques de eucaliptos, hayas, castaños y encinas.
Una vez en lo alto del Tirado, tendremos a nuestros pies las mejores panorámicas de la bahía de Santander.
Ermita de S. Antonio en Carriazo. Ribamontán al Mar. Cantabria
Ermita de S. Antonio
Detalle bóveda de cruceria de la ermita de S. Antonio en Carriazo. Ribamontán al Mar. Cantabria
Detalle de la bóveda de crucería
Vistas a la bahía de Santander desde el Tirado. Ruta del Tirado y Calobro en Carriazo. Vacas pastando en Ribamontán al Mar. Cantabria
Vistas a la bahía de Santader

6. CASTANEDO

Siguiendo por el interior de Ribamontán al Mar, nuestro siguiente destino fue Castanedo.
Y, ¿qué hicimos por Castanedo? Pues pasear apreciando su tradición ganadera y las bucólica imágenes de las vacas frisonas pastados por los extensos prados.
vacas frisonas en Ribamontán al Mar. Cantabria
Vacas frisonas

7. SUESA

Entre grandes extensiones de mieses y junto al río Cubas aparece la localidad de Suesa.
Merece una parada para pasear por sus tranquilas calles, pero atentos porque cuando quieras darte cuenta andarás por caminos rurales alejado de la población.
Suesa cuenta con dos buenas representaciones de arquitectura religiosa: la iglesia de Santa Eulalia y el monasterio de Suesa.

La iglesia de Santa Eulalia

Se alza junto a un bonito parque. Se construyó entre los siglos XVII y XVIII y es interesante su ábside poligonal y el retablo del altar Mayor.

El monasterio de Suesa

Se encuentra alejado de la población, en un paraje de sosiego total. No se puede visitar el interior, pero para momentos de paz es un lugar ideal, solo alterado por el canto de pajarillos y alguna cigarra.
Iglesia de Sta. Eulalia en Suesa. Ribamontán al Mar. Cantabria
Iglesia de Sta. Eulalia

Gastronomía

Mar y tierra, así es Ribamontán al Mar y así se refleja en su gastronomía.
Como es de esperar, la costa cántabra nos dará excelentes pescados y mariscos.
Las verdes praderas llevarán a la mesa la carne en forma de entrecot o con recetas más elaboradas como las carrilleras.
También los productos lácteos, destacando los quesos y yogures. Además de verduras y hortalizas de gran calidad procedentes de pequeños huertos ribamontanos.
Bonito a la plancha. Mar Cantábrico
Bonito a la plancha
El viaje puede continuar por:

Alojamiento Ribamontán al Mar

No tengo por costumbre incluir los alojamientos de nuestros viajes, pero esta vez, siguiendo un cariñoso consejo, voy a hacer una excepción.

En nuestra visita a Ribamontán al Mar nos ha dado hospedaje una encantadora familia propietarios del hotel El Ribero de Langre.

En un entorno excepcional y con unas vistas estupendas a la bahía de Santander y a la playa de Langre, con lo cual fuimos espectadores de alegres amaneceres y mágicas puestas de sol.

Desayunábamos con zumos de naranja, pan con salmorejo, diferentes tartas caseras, yogures naturales… y si todo esto era poco, Ramón no dejaba que nos fuéramos sin comer sus tortitas.

Estuvimos tan bien, tan bien… que nos quedamos dos noches más.

Vistas a la bahía de Santander desde el hotel Ribero de Langre
Amaneceres desde el hotel
Atardecer en Langre
Puesta de sol desde la habitación del hotel

¡Buen viaje y hasta pronto!